Persuasión (2022), o cómo aguar a Jane Austen

La nueva adaptación austeniana que ha llegado a nuestras pantallas de la mano de Netflix se trata de Persuasión, dirigida por Carrie Cracknell y de guión adaptado por Ron Bass y Alice Victoria Winslow, en un ejercicio de rejuvenecimiento forzado de una autora que no lo necesitaba en absoluto. La profundidad de la novela más madura de Jane Austen, una obra a menudo llamada «otoñal», es drenada lo más posible. Persuasión (1817) narra la historia de Anne Elliot, la hija mediana de un arruinado noble, que rechazó a un joven marinero, Frederick Wentworth, siguiendo los consejos de Lady Russell, la figura materna que suple a su fallecida madre. Tras su vuelta, siendo ahora capitán con fortuna, la solterona (27 años) Anne debe ver si el amor de su vida se le vuelve a escapar o sigue sintiendo lo mismo que ella. No encontramos el denominador común de las novelas de Austen, que es ese progresivo conocimiento y enamoramiento de dos jóvenes con la incertidumbre y emociones que conlleva, sino que seguimos a dos personas que ya se conocen, pero que son incapaces de adivinar los pensamientos del otro arriesgándose a perderse mutuamente por segunda vez.

Con la alternancia de planos estéticos y cómplices miradas a cámara, la película se debate entre un empalagoso romance de amor y lujo «de época» y una comedia romántica divertida y moderna. Se adivina una posible inspiración en la Mansfield Park del año 1999, quien nos dio a una Fanny cómplice que narraba y usaba frases célebres de Jane Austen desviándose del personaje pero al menos conservando el ingenio original. Es posible que intente seguir la estela de la ingeniosa y rápida Fleabag (cuyo carácter podría encajar con una irreverente adaptación si se hace bien). Tal vez trate de destilar la personalidad de Elizabeth Bennet, heroína más popular y apuesta más segura frente al carácter reflexivo y el corazón roto de Anne; y desde luego se conforma con establecer que para que una heroína resulte cercana a día de hoy debe ser adicta al vino y tropezarse con frecuencia.

Poco texto de la novela se encontrarán lectoras y lectores de Jane Austen en esta adaptación, en una fobia a lo antiguo, a la adaptación BBC, a la fidelidad, que traspasa los momentos de silencio incómodo tan magistrales de la autora a escenas verdaderamente absurdas y líneas totalmente fuera de lugar. Anne habla de un sueño extraño sobre un pulpo que le succiona la cara; revela en voz alta en medio de la cena haber sido la primera opción de su cuñado; grita por la ventana en un arrebato por adelantar su reencuentro con Wentworth, tirándose una salsera sobre la cabeza en el proceso; y decide hacer aguas menores tras un árbol imposiblemente cerca de sus compañeros de paseo, entre otros muchos momentos. En el instante en que el espectador comienza a preguntarse si no hay que ver la película en clave de parodia, se pasa a una escena en la que tiene lugar alguna conversación pseudo-profunda con el vocabulario y sintaxis más sencillas posibles y una desgana adormecedora.

Dichas conversaciones se unen a las condescendientes explicaciones de Anne, quien en su ruptura de la cuarta pared se dedica a explicar al espectador quién es cada persona, como muleta del flojísimo guion que ni siquiera es capaz de presentarnos las circunstancias y relaciones familiares sin necesidad de explicarlas, un obstáculo frecuente en Jane Austen que no obstante se ha conseguido sortear de diversas maneras en cualquier adaptación previa, y probablemente se enseñe en cualquier clase de estudios cinematográficos. Se convierte, pues, en una película que trata al espectador de tonto y asume que de otra manera, sin frases anacrónicas sacadas de Twitter o explicaciones a cámara, éste no sería capaz comprender la historia.

Hay poco que pueda hacer el mejor de los actores con el peor de los guiones, pero tirando del carro se encuentran tres destacables: Richard E. Grant como el Sr. Elliot, padre de Anne, quien en sus pocos minutos de pantalla está tan impecable como cabría esperar de su experiencia; Henry Golding, que trabaja bien con el poco personaje que tiene para el retorcido y desaprovechado William Elliot; y Mia McKenna-Bruce, que está perfecta en su interpretación vivaracha de la insufrible e hipocondriaca hermana de Anne, Mary.

En cuanto a la interpretación de Dakota Johnson, es posible que no anduviese totalmente desencaminada en su tranquila y silenciosa expresión tan propia de la protagonista de Persuasión, pero fracasa estrepitosamente debido a la dirección, guion, y falta de presencia. Su acento inglés resulta poco convincente, esforzadamente enunciado, pero sin la entonación británica adecuada y llena de gazapos e inflexiones americanas que dan una impresión de dejadez. Incluso sus momentos estelares de supuesta complicidad con el público resultan anodinos y vacíos, sin el brillo ingenioso de una heroína crítica y supuestamente tan irónica como lo sería la Austen narradora, tan importante en sus obras, (algo que de todos modos, de nuevo se desvía de la esencia de la sufridora Anne). Su falta de garbo y expresión en los encuentros más intensos con el capitán Wentworth (cuya supuesta timidez u opacidad es transmitida por Cosmo Jarvis con una especie de constante confusión o impedimento del habla) disminuyen la intensidad, e incluso su lectura de la famosa y catártica carta final resulta poco creíble a pesar del mar de lágrimas que consigue conjurar.

El poco cuidado a los modales, convenciones sociales, habituales pecados de vestuario y peluquería e incorrecciones históricas e incluso contextuales resultan, si bien los comunes puntos a criticar cuando se hila fino hasta en las mejores adaptaciones, el último de los problemas (aunque de sobra presentes) en esta adaptación que agua y reduce a Jane Austen contribuyendo a la peyorativa condena histórica a la que se ha enfrentado de «literatura romántica», «literatura de mujeres», «novela rosa»… Algo que parece estar muy en la línea de Netflix recientemente, que está apostando por la producción de abundante contenido de poca consistencia dirigido a un público adolescente y/o poco exigente.

Persuasión es una novela de desesperanza y sufrimiento humano ligado a un problema social de la época de Regencia, que arrastra la crítica social tan propia del ensayo del siglo XVIII y en ocasiones sumerge la punta del pie en la novela romántica que vendrá en el XIX. Quien la lee sobrevive a ser «mitad agonía, mitad esperanza», como el capitán Wentworth tan bien describe, a través de pequeñas gotas de sustento residente en miradas, silencios, encuentros y comentarios. Esta adaptación no ofrece más que un tranquilo y anodino paseo hacia el inevitable final feliz editando los conflictos y vueltas de tuerca de la novela original de manera torpe y ligera, y evitando los diálogos más profundos e inteligentes de una obra que no merecía un tratamiento como éste, pero sí una nueva adaptación a la altura de las expectativas que no hemos podido ver aquí.

Por Elena Truan Aguirre

Presidenta de Jane Austen Society España

Jane. Una vida novelada

¡Hola!

En estos tiempos inciertos hemos de celebrar cada buena noticia y en JASES estamos de celebración. «Jane. Una vida novelada», obra de Miguel Ángel Jordán, vicepresidente de JASES, ya está en las librerías. Se trata de la primera novela biográfica sobre Jane Austen en castellano. Una obra de ficción pero fiel a los datos biográficos de nuestra autora favorita. Un viaje al universo de Jane Austen, en el que la acompañaremos en su día a día, leeremos sus cartas, escucharemos sus conversaciones, lloraremos por la pérdida de seres queridos y nos emocionaremos cuando por fin se publiquen sus novelas.

Si queréis leer los primeros capítulos o saber más sobre la novela, podéis pinchar AQUÍ

Esperamos que os guste 🙂

Sentido y Sensibilidad y el color de pelo

Si pedimos a cualquier fan de Jane Austen que nos cuente cómo era Emma Woodhouse, primero se le vendrán las tres famosas palabras del inicio de la novela a la cabeza: guapa, lista, y rica. Pero también otra más: rubia. Emma era rubia: es un pensamiento instantáneo, lo sabemos y pensamos en Gwyneth Paltrow y en Romola Garay, incluso en Alicia Silverstone, que de alguna manera eran más Emma que Kate Beckinsale. No obstante, Jane Austen nunca dijo que Emma fuera rubia. Es más, jamás dijo tampoco que Jane Bennet lo fuese tampoco, ni que su hermana Elizabeth fuese morena. Es una imagen que las adaptaciones de Orgullo y Prejuicio nos plantaron en la cabeza. Pensemos en más: ¿la pobre Anne Elliot, a la que se le está pasando el arroz, de la que se comenta que su belleza se marchita, que sufre y pena por dejar pasar la flor de su vida? ¿Rubia? Jamás. Ninguna película defiende eso. ¿Elinor, la sensata, la razonable, la precavida, más rubia que su hermana, la hermosa, romántica y sensible Marianne? ¡Qué va! 

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Entonces… ¿para ser rubia como tú tendría que ser más superficial?

Es más, aunque tenga más de un prendiente, Catherine Morland es la chica deportista y «tomboy» que se convierte en una bella señorita, pero es inocente, curiosa, y adora los libros: adaptémosla al cine con pelo oscuro, es la coqueta Isabella Thorpe la que debe llevar el papel de rubia guapetona.

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Soy demasiado inteligente, mi guión me mezcla con Jane Austen… No puedo ser rubia.

Se podría incluso ir más lejos y fijarnos en el vestuario escogido para las heroínas, sobre todo en el caso de las que tienen que contrastar entre hermanas, como Lizzy y Jane o Elinor y Marianne: las mujeres que prefieren pensar o hablar parecen preferir colores terrosos o serios, mientras que las que destacan por su belleza siempre tienen colores pastel o más vivos. ¿Por qué?

No tengo nada en contra de la próxima adaptación de Emma, en la que la protagonista es, una vez más rubia. Pero no deja de ser un patrón molesto y plagado de estereotipos el que el cine escoge para reducir personajes trabajados y profundos a una simple imagen, que nos indica lo que pensar de ellos. Jane Austen es cuidadosa de sólo describir rasgos generales físicos, o psicológicos, permitiendo a los lectores hacernos una idea propia de cómo es el personaje, y de además juzgarle por nosotros mismos. He de decir, y perdón por sacar de nuevo, como en la anterior entrada, a colación la película de Mujercitas, que fue para mi un alivio ver a una Jo March rubia y de rasgos delicados, muy diferente a Winona Ryder en la anterior adaptación. Pues esto no pasa sólo en Jane Austen, sino en muchas películas más. 

Esta corta entrada sólo pretende ser una observación para que, si hay rubias deprimidas ahí fuera que quisiera identificarse más con Elizabeth Bennet, si hay morenas que prefieren bailar a leer y no las hacen sentirse dignas de ser la protagonista guapa sino la seria (que al parecer es un rasgo incompatible con el primero), puedan manifestarse y contarnos… ¿con qué color de pelo se imaginan ustedes a sus heroínas?

-Por Elena Truan

Jane Austen, Jo March y la higuera de Plath

Este texto contiene SPOILERS de Mujercitas. 

 

La nueva adaptación de Mujercitas no ha gustado a todo el mundo. Algunos alegan que la narración in media res evapora el sentido de la historia original, que es acompañar a las cuatro hermanas March en su paso de la infancia a la madurez. Se dice también que Emma Watson, a pesar de transmitir toda la dulzura, la calma y la feminidad que emana Meg March, anula al personaje con su fallido intento de acento americano. No se consigue conectar con Beth March lo suficiente para apreciar su alma pura, su inagotable generosidad y su curiosa timidez, ni para lamentar tanto como se lamenta su muerte en la novela(a pesar de que la directora consigue mover al espectador con su maestría en la narración). Algunos son ciegos a la perfecta ejecución de Florence Pugh, floreciente estrella que ya deslumbró en Lady Macbeth y en la adaptación televisiva de King Lear junto a Anthony Hopkins, ambas producciones que pasaron muy desapercibidas en nuestro país. Tildan a Pugh de no ser lo suficiente joven, de no parecerse lo suficiente a Amy March… Sin en cambio alabar su acento, su increíble capacidad de mostrar un rango emocional infinito, ni su magistral lenguaje corporal. No diré que no son opiniones válidas y que resulta casi imposible complacer a los ávidos lectores de un clásico de semejante importancia, pues pocas producciones pueden competir con la imaginación de alguien que ha leído y amado una novela. No obstante, la actuación de Saoirse Ronan en el papel de Jo March resulta impecable. Ronan, seriamente rodeada de talento (Laura Dern, Meryl Streep y Chris Cooper son algunos de los veteranos que aparecen como los adultos con los que cuentan las hermanas March para apoyarse) encarna a una de las heroínas más modernas y queridas de la literatura con plena consciencia del peso que esto conlleva.

Lo que me trae a analizar esta adaptación en nuestro blog, generalmente dedicado únicamente a Jane Austen, es la manera en la que Greta Gerwig ha sabido traer a las pantallas modernas una dualidad humana que en el mundo femenino se arrastra desde hace tiempo. Aunque el término resulta anacrónico, bien se dice a menudo que Jane Austen era una escritora feminista, que publicó sus obras y se negó a casarse puramente por conveniencia, y dio vida a personajes parecidos a Jo March, mujeres que verbalizaban sus opiniones y pensaban por sí mismas en una época en la que su género las prefería en silencio. Jo, en principio, es un espejo del alma de toda mujer escritora hasta esa época (y más adelante, toda mujer escritora que tuvo que enfrentarse a la domesticidad como amenaza para su trabajo). Louisa May Alcott se basó en parte en sus hermanas para escribir Mujercitas, y en sí misma para Jo. Gerwig leva a cabo una magistral síntesis de la desazón de Jo cuando Laurie se promete a Amy, cuando Beth no está, cuando Meg ya tiene su propia familia, y ella descubre que su trabajo y pasión no solucionan su soledad.

Esta anagnórisis, que resulta un punto de inflexión para Jo, no es tan sencilla como una joven que quiere casarse y ha tardado demasiado en reconocerlo. No sólo nos muestra a una mujer del siglo XIX que está sufriendo al decidir entre independencia o domesticidad. Nos muestra el corazón roto de una joven de cualquier época que desea tenerlo todo y descubre que no es un camino tan fácil como el que emprenden aquellas afortunadas que encuentran la felicidad en el molde que la sociedad acepta (algo también importante en el personaje de Meg, a quien el día de su boda vemos imponerse a su rebelde y escéptica hermana con la tajante sentencia de feminismo real, que defiende la igualdad verdadera «que mis sueños sean distintos de los tuyos no los hace menos importantes»). Jane Austen probablemente viviese estos momentos una y otra vez, y especialmente en ocasiones como la noche en que decidió rechazar la propuesta de matrimonio que acababa de aceptar, o tal vez cuando Thomas Lefroy se marchó de su vida, si los rumores y esperanzas de las fans más románticas son ciertos. La punzante realidad que traspasa las épocas se siente cuando, viendo a Jo March doblada por el dolor junto a su madre, confesando el dolor que le produce esta dicotomía, una no puede evitar en pensar en la metáfora de la higuera de Sylvia Plath, que escribiría en La Campana de Cristal el siglo siguiente:

Vi mi vida extendiendo sus ramas frente a mí como la higuera verde del cuento.De la punta de cada rama, como si de un grueso higo morado se tratara, pendía un maravilloso futuro, señalado y rutilante. Un higo era un marido y un hogar feliz e hijos y otro higo era un famoso poeta, y otro higo era un brillante profesor, y otro higo era E Ge, la extraordinaria editora, y otro higo era Europa y África y Sudamérica y otro higo era Constantino y Sócrates y Atila y un montón de otros amantes con nombres raros y profesiones poco usuales, y otro higo era una campeona de equipo olímpico de atletismo, y más allá y por encima de aquellos higos había muchos más higos que no podía identificar claramente.Me vi a mí misma sentada en la bifurcación de ese árbol de higos, muriéndome de hambre sólo porque no podía decidir cuál de los higos escoger. Quería todos y cada uno de ellos, pero elegir uno significaba perder el resto, y, mientras yo estaba allí sentada, incapaz de decidirme, los higos empezaron a arrugarse y a tornarse negros y, uno por uno, cayeron al suelo, a mis pies.

Lo que hace universal a Mujercitas, en fin, no son las «cosas que nunca cambian» como el casarse, tener hermanas, o las declaraciones de amor. No es tampoco la nostalgia de los modales, los vestidos o el sentarse junto al fuego, como a menudo se simplifica también a Austen y a muchas otras obras literarias. Lo que hace universal a Mujercitas es lo mismo que hace eterna a Austen y a Plath, al «no soy ningún pájaro» de Brontë. Piensen ustedes qué es.

¿Qué esperamos de la nueva adaptación de «Emma»? Crítica del trailer.

Tras la adaptación a la gran pantalla de «Lady Susan», titulada «Amor y Amistad», el listón está bastante alto para los que desean adaptar una obra de Jane Austen de nuevo. Si bien esta adaptación no era perfecta (pocas lo son), el tono irónico y la clave cómica fueron tal acierto que pocas adaptaciones se pueden medir con la obra de Whit Stillman en cuanto a guión. No obstante, Autumn de Wilde nos trae el trailer de su adaptación de «Emma» con una energía y una calidad muy prometedoras.

Nos encontramos ante una adaptación formada por un elenco de actores jóvenes, como corresponde a los personajes principales de la novela, muchos de ellos relativamente desconocidos, pero que ya cuentan con una trayectoria respetable. Les rodean los personajes secundarios, más mayores, encarnados por gigantes de la comedia británica: Bill Nighy es Mr. Woodhouse y la brillante Miranda Hart que apenas vislumbramos en el trailer es Miss Bates, y promete una ejecución impecable y desternillante. La interpretación de Nighy, en cambio, de la que no se duda en absoluto que será de calidad, parece extremadamente desviada del personaje original, siempre inválido, enfermizo, y distraído. En el avance, vemos a Mr. Woodhouse saltando al suelo de las escaleras, siempre erguido, muy espabilado y enérgico. Tendremos que ver qué juego da De Wilde con esta versión del personaje.

Poco llegamos a apreciar de los pretendientes de Emma, excepto que Mr. Elton y Mr. Churchill tienen una apariencia demasiado similar, (parece en el tráiler) poco recomendable para los enredos que nos esperan en Highbury. No hemos visto a Jane Fairfax (aún).

Un Mr. Knightley correcto, aunque distinto de los Knightleys a los que estamos acostumbrados en Mark Strong o Jonhny Lee Miller, es interpretado por Johnny Flynn, que puede parecer un poco joven para interpretar a Knightley, pero tiene exactamente 37 años, igual que su personaje. Por su parte, Anya Taylor-Joy (24 frente a los 20 de Emma, también correcto) tiene un punto pícaro y desdeñoso en su expresión, ese aire mimado y auto-suficiente que podríamos encontrar perfectamente en la guapa, rica, e inteligente Emma.

La puesta en escena, que apuesta por colores más vivos que los tonos pastel a los que las adaptaciones clásicas nos tienen acostumbrados, incluso en el vestuario (por fin), parece exquisita, y el vestuario, con peinados más realistas para la época, aunque resulten menos estéticos que el típico moño desestructurado de Hollywood. Cabe resaltar el pequeño homenaje a la autora que se aprecia en la cruz de ámbar que cuelga del cuello de Emma, igual que la que Jane Austen poseía.

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En general, parece que tenemos por delante una película muy prometedora, con un gran trabajo de investigación detrás, un brillante elenco, y una puesta en escena impecable. ¡Sólo nos cabe preguntarnos si el guión cumplirá con las expectativas de los austenitas más exigentes!

 

Por Elena Truan

Presentamos «200 Años de Austenmanía: recepción, reescrituras y adaptaciones de Jane Austen»

Como editora de este volumen, es mi orgullo y mi honor presentarles una introducción a este libro, cuya edición no hubiera sido posible sin el Departamento de Estudios Ingleses de la Universidad de Salamanca.

Ya son muchas las asociaciones en torno a Jane Austen que se han creado alrededor del mundo desde la fundación, en 1940, de la primera Jane Austen Society en Reino Unido. La Jane Austen Society España es posiblemente la más joven. Desde nuestros inicios en 2016, hemos tenido el placer de participar en la celebración de varios congresos de lectores y académicos, y ha sido un auténtico orgullo poder colaborar en la organización del Jane Austen Study Day de diciembre de 2018 en la Universidad de Salamanca. Desde aquí mandamos nuestro agradecimiento a la Dra. Miriam Borham Puyal, del departamento de Filología Inglesa, sin la cual esta jornada “Austen Goes Viral: From Oblivion to Fame” no habría sido posible, y cuya intervención, “Jane’s Fame and the Sisterhood of Women Writers” aunque no ha podido ser recogida en este volumen, enmarcó a la perfección el tema de la jornada. Nuestros agradecimientos también se dirigen a otros organismos organizadores del evento: el Máster en Estudios Ingleses Avanzados y el Grupo de Investigación Reconocido “Escritoras y personajes femeninos en la literatura”. Sin ellos, la jornada del 17 de diciembre de 2018 no habría sido posible, y este volumen, tampoco.

Así pues, recogemos aquí las intervenciones del vicepresidente de Jane Austen Society España, el Dr. Miguel Ángel Jordán, las comunicantes Laura Requena y Lidia Cuadrado, y otras jóvenes investigadoras que han podido aportar sus investigaciones a este original libro de temas que el lector encontrará muy innovadores en el ámbito de la crítica austeniana.

El Dr. Miguel Ángel Jordán presenta un análisis de las adaptaciones cinematográficas de las novelas de Jane Austen, constante prueba de su universalidad y éxito actual y raíz de su categoría de viral. Estableciendo unas bases para el qué es y qué hace a una adaptación cinematográfica de una obra literaria digna de estudio y/o alabanza, su intervención se lanza a la exploración de las dificultades que presenta el estilo austeniano a la hora de transformar su obra en largometraje. Como caso de estudio, nos ofrece un análisis de Pride & Prejudice (2005), de Joe Wright.

Laura Requena ofrece un repaso exhaustivo de la crítica de Jane Austen durante el siglo XIX. Su estudio resulta una interesante cronología con destacados fragmentos de críticas decimonónicas, que permiten reflexionar sobre la recepción inicial de las obras austenianas como las profundas raíces de nuestra visión actual de la autora. Estas son probablemente las bases de la lectura y recepción de los lectores de Jane Austen a lo largo de la historia, y las que han permitido su evolución posterior como autora de referencia para tratar temas universales que encuentran su éxito tanto en Hollywood como en Internet.

Lidia Cuadrado se centra en el estudio de la evolución del término janeite, mucho más allá de su conocido uso en la historia de Rudyard Kipling y llevándonos atrás, a los orígenes de un fan, lector, entusiasta o estudioso de Austen. No obstante, pasa también por Kipling, reflexionando sobre la evolución en la imagen de los janeites y en el uso del término, concluyendo con la pregunta nada sencilla de qué supone ser janeite ahora: qué define el término y sus implicaciones.

María Morán explora el fascinante y extravagante mundo de los mash-up como otro de los nichos culturales en los que se encuentra, una vez más, representación austenita. Si bien de un carácter más comercial, el fenómeno de novelas como Pride and Prejudice and Zombis o Sense and Sensibility and the Sea Monster resultan otra vía de conocimiento de las obras de Jane Austen que entrañan una fascinante relación con el público más moderno, requiriendo un amplio contexto internauta que explique los fenómenos mash-up y lo conocido como memes.

María Heredia-Torres abre nuevos caminos presentando y analizando las narrativas transmedia y las adaptaciones de dos novelas de Jane Austen realizadas en este formato. En primer lugar, expone el concepto y provee de un contexto para este tipo de narraciones, explicando con claridad este formato, aún joven y poco explotado. En segundo lugar, se sumerge en el análisis de las variaciones encontradas en las adaptaciones transmedia de dos novelas de Austen: Orgullo y Prejuicio en The Lizzie Bennet Diaries y La Abadía de Northanger  en The Cate Morland Chronicles.

La aportación de Cristina Martín reúne un análisis más amplio de la evolución de la austenmanía, deteniéndose a recordar tanto obras cinematográficas icónicas en el mundo de las adaptaciones y que resultaron clave en la evolución del movimiento, como las más recientes series web. No duda en mencionar igualmente los mash-up, y en devinitiva su aportación resulta perfecta para capturar la esencia de una Austen viral, que ha evolucionado al sufrir constantes renovaciones culturales encumbrándose a lo largo de los siglos como la escritora universal que es.

Por último, Rocío Domene pone el broche final a este volumen con una profundización en las adaptaciones de Jane Austen más feministas, en concreto en la literatura infantil y juvenil. Este capítulo escudriña los estilos y maneras de enfocar a la autora y las influencias que éstos puedan tener en los niños y jóvenes que los leen, centrándose ante todo en una perspectiva feminista.

Quisiera mantener esta introducción breve y concisa, de modo que habiendo presentado las brillantes intervenciones de nuestros autores, no queda más que rubricar esta humilde introducción con unas palabras de apreciación por esta joven asociación que es JASES. Siempre será parte de nuestra labor no sólo impulsar el estudio de Jane Austen en España, sino también dar nuestro apoyo a jóvenes investigadoras que en este volumen han querido aunar sus capacidades de análisis, sus estudios académicos, y su pasión por la autora con sus intervenciones. Esperamos que este volumen, pues, resulte un trabajo académico que refleje debidamente el trabajo de los investigadores que aquí presentan su labor, pero también una colección fresca de estudios menos tradicionales. Al haber sido una autora capaz de ver lo universal en lo cotidiano, lo humano en una sociedad artificial, lo transcendental en lo más insignificante, creo firmemente que merece ser estudiada con la misma amplitud de miras que ella misma demostró en sus novelas.

Secretamente crítica y a la vez siempre correcta, no era sino una experta miniaturista que supo captar detalles humanos, escondidos en el rabillo del ojo, en la comisura de los labios, y en el movimiento de una muñeca, y esconderlos de nuevo en una narrativa de estilo impecable, para que siglos después, pudieran ser de nuevo utilizados en medios que su época no pudo siquiera imaginar.

«200 Años de Austenmanía: recepción, reescrituras y adaptaciones de Jane Austen» está en venta a través de Amazon

Elena Truan Aguirre

Presidenta de Jane Austen Society España

PRÓXIMO EVENTO: JANE AUSTEN Y LAS ARTES. ENVÍO DE PROPUESTAS

Hola a todo el mundo.

En JASES estamos organizando un evento que nos llena de ilusión y entusiasmo. Ya tenemos el título, «Jane Austen y las artes», también la fecha y el lugar: Madrid, 9 de mayo de 2020. Incluso tenemos a algunos ponentes confirmados, pero… Aún nos quedan algunas cosas por concretar. Y necesitamos vuestra ayuda.

El evento no va a consistir tan solo en ponencias y comunicaciones. Queremos que sea algo mucho más vivo y dinámico, y por esta razón va a haber talleres, exposiciones, puntos de información… Y, por supuesto, música y baile.

Queremos recibir vuestras propuestas, tanto si queréis participar de un modo activo, como si tenéis alguna sugerencia que deseéis hacernos llegar.

Así que, no lo dudes, ¿quieres participar en la Jornada «Jane Austen y las artes»? Envíanos un e-mail a la dirección info@janeaustensociety.es y te contestaremos lo antes posible.

Pintura, música, baile, moda, fotografía, escritura, gastronomía, teatro… Todas las artes tienen cabida en este evento.

Esperamos vuestras propuestas.

Un saludo 🙂

PROYECTO JANE. DE SUS MANOS A LAS TUYAS

Hola a todos.

Hoy tenemos la gran alegría de poder compartir con vosotros una nueva publicación del sello editorial de JASES. Se trata de una experiencia didáctica INCREÍBLE, en todos los sentidos de la palabra. No solamente es algo excepcional sino que, además, es una de esas cosas que parecerían imposibles, sino fuera porque ya han ocurrido.

A continuación os dejamos un texto de María Ángeles Lorente, socia de JASES y autora de este libro, en el que os resume la experiencia contenida en estas 72 páginas a todo color. ¡Enhorabuena a María Ángeles por este gran trabajo! Si os gusta el mundo de la educación, no dejéis de comprar un ejemplar del Proyecto Jane. Seguro que os da muchas y muy buenas ideas.

Título: Proyecto Jane. De sus manos a las tuyas.

Autora: María Ángeles Lorente Hernández

Número de páginas: 72

ISBN: 978-8409144983

Precio: tapa blanda 11,63 € / digital 3,62 €

Enlace de venta

Hace un par de años, organicé para la red municipal de bibliotecas de mi ciudad, Cartagena, dos talleres de lectura sobre dos novelas magistrales, “Lady Susan” y “Orgullo y prejucio” de una de mis escritoras favoritas: Jane Austen.

Parte de los materiales que necesitaba para su realización los tenía en un rincón de mi aula, mi segunda casa. Mis alumnos curioseaban y me preguntaban qué hacían esos libros y montones de fotocopias por allí. Por supuesto, solventé sus dudas; pero, cuál fue mi sorpresa, no sólo recordaban el nombre de esta brillante dama de la literatura, sino que uno de ellos trajo de casa un ejemplar de “Persuasión”. Este acontecimiento dio lugar a una charla en asamblea grupal tan interesante que me pregunté: ¿Por qué no? ¿Por qué decidir por ellos lo que puede interesarles o no sin conocer de qué se trata? Finalmente, me resolví presentarles a Jane Austen y me propuse un gran reto: que, de sus manos a las suyas, pudiesen apreciar los rasgos que definen y definirán siempre su estilo.

La hermosa palabra “carta”, por desgracia ya en desuso, está vinculada emocionalmente a ella y pensé que era la fórmula inicial apropiada para un primer contacto. Y sí, escribí una carta en su nombre… Creo que me perdonará porque la motivación era vital para empezar a caminar junto a ella. En esa primera sesión ya les dije la verdad: no soy una experta en Austen, sólo una lectora absolutamente rendida a su inteligencia, talento, ironía, elegancia (también en desuso), valentía, dedicación, entrega y sensibilidad, entre otras cualidades. «Así que, si queréis, aprenderemos juntos».

Fue una aventura apasionante, llena de retos y muy buenos momentos compartidos, que finalizaría con una carta personal cuya destinataria no podía ser más que ella.

Las actividades fueron de lo más variado: la lectura dramatizada de brillantes diálogos seleccionados, pequeños párrafos escogidos después de trabajar la sinopsis de capítulos (sobre todo de “Orgullo y prejuicio”); tertulias dialógicas sobre lo que íbamos trabajando en el aula o sobre lo que ellos mismos aportaban tras los retos propuestos, que nos dirigían a captar rasgos de su estilo; observación de mapas literarios; recreación del lugar favorito de la autora para escribir, convirtiéndolo en algo vivo y transitado por ellos cuando escribían libremente, cuando creaban; visualización de vídeos, recopilación de materiales, investigación de noticias, resolución de dudas que iban surgiendo, incluso datos que propiciaban contenidos matemáticos… En fin, todo aquello que nos permitía conocer ese pequeño y enorme mundo en el que Austen vivió desde niña, una niña ávida lectora e infatigable escritora desde la etapa de su “Juvenilia”.

Poco a poco quedaron fascinados y nuestro viaje se dirigió, irremediablemente, hacia esas heroínas tan brillantemente dibujadas, tan diferentes pero con un factor común: son atemporales y están llenas de vida.

Las heroínas se despidieron con un hasta pronto, sabiendo que algunos de ellos regresarán de nuevo a sus manos.

SORTEO «JANE, LA NOVELA: ENTRA EN EL UNIVERSO DE JANE AUSTEN»

Para que empieces el curso con una alegría y una nueva lectura, te invitamos a participar en el sorteo «Jane, la novela: entra en el universo de Jane Austen» Si quieres ver la información en el blog de la novela, pincha AQUÍ Los premios son:

3 Primeros premios

1 ejemplar gratuito de la novela Jane, dedicado por el autor a la persona que elijas (envío postal gratuito)

3 segundos premios

1 ejemplar gratuito de la novela Jane, dedicado por el autor a la persona que elijas (coste del envío 5 €)*

10 terceros premios

Un ejemplar de la novela Jane, dedicado por el autor a precio rebajado (12 € incluyendo los gastos de envío)*

*En caso de ganar el segundo o tercer premio tendrás la opción de renunciar sin compromiso ni coste alguno.

*El pago se realizará por transferencia bancaria, ingreso en cuenta, Bizum o Paypal con anterioridad al envío del libro

¿Quieres participar?

Es muy sencillo. Sigue los siguientes pasos

Sigue el blog de la novela: en el menú lateral del blog (o inferior, si nos visitas desde un móvil) pincha sobre el botón «seguir» e introduce tu dirección de e-mail cuando te lo solicite. Para ir al blog de la novela pincha AQUÍComparte el cartel del sorteo en Facebook o Instagram con una mención o etiqueta: Facebook ( @miguelangel.jordan.3 ) Instagram (miguel.angel.jordan)
Envíanos un e-mail a la dirección contacto@miguelangeljordan.com con el asunto «Sorteo novela Jane», indicando tu nombre y ciudad de residencia en el cuerpo del mensaje. Indícanos también en qué red social has compartido el cartel y tu nombre de usuario.

Fechas importantes

La fecha límite para participar en el sorteo es el domingo, 8 de septiembre de 2019 a las 23:59 horas La lista de personas premiadas se hará pública en este blog el martes 10 de septiembre de 2019 Las personas que hayan sido premiadas deberán enviar un e-mail con sus información postal (Calle, número, código postal, población, provincia) antes del 15 de septiembre de 2019 a las 23:59 horas. Cuando recibamos dicho e-mail enviaremos un acuse de recibo. En caso de no cumplir este requisito, se considerará que dichas personas han renunciado a su premio. Este sorteo solo está abierto a personas que residan en España.

¡¡SUERTE!!

https://janelanovela.wordpress.com/2019/08/22/sorteo-jane-la-novela-entra-en-el-universo-de-jane-austen/