EL SENTIMIENTO TRÁGICO DE LA VIDA EN LAS OBRAS DE JANE AUSTEN

Es habitual, si no obligado, e incluso un lugar común hacer referencia a la ironía aguda, cuando no un punto de vista netamente humorístico, que imprimía Jane Austen en sus novelas, especialmente en el tratamiento de personajes secundarios y en situaciones relacionadas con éstos. Pero lo que en absoluto resulta habitual es encontrar comentarios relacionados con lo que, en términos unamunianos, se viene en llamar el sentimiento trágico de la vida. Un sentimiento trágico ligado directamente a ese más conocido sentido cómico. Precisamente, como el mismo don Miguel afirmó:

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«Austen tuvo un cierto sentimiento de la tragedia, un sentimiento tan suave, tan resignado, tan tristemente apacible, que se convirtió en sentimiento de la comedia. Porque lo cómico no es sino otra cara más, y a las veces no la menos triste, de lo trágico».([1])

Quizá en una primera lectura de ciertas novelas de Austen, con excepción de Sense and sensibility, Persuasion y Mansfield Park, no se perciba con nitidez ese lado tragicómico de esos pequeños mundos que recreaba, velados sin duda por el sentido irónico, los detalles preciosistas o la propia trama de las novelas. Pero basta una cuidada relectura para levantar ese velo y dejar al descubierto ese lado menos luminoso, rabiosamente humano, en el que se mueven muchos de sus personajes, principales y secundarios. Un carácter tragicómico que se mueve entre el sentido shakespeariano (tan cultivado por la propia Jane y algunos de sus personajes más representativos) y el quijotesco. Entre la tragedia de una vida de monótona insistencia en las carencias económicas y emocionales, y entre la comedia provocada por la pequeñez mental y la insensibilidad.

No escasean las situaciones en que los personajes austenianos han de afrontar esos sentidos trágicos de la existencia en medio de encrucijadas vitales, bien mezclados con una dosis de humorismo, o bien sin anestesia previa. Encrucijadas no de corte épico, por supuesto, ni siquiera de dramatismo clásico, sino las pequeñas y anónimas angustias existenciales domésticas que se producen en la intrahistoria de los pueblos y la marea del tiempo se traga por millones.

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Por Fernando García Pañeda

Un comentario en “EL SENTIMIENTO TRÁGICO DE LA VIDA EN LAS OBRAS DE JANE AUSTEN

  1. Me ha encantado este artículo. Me ha hecho ver ese sentimiento agridulce que está tapado por el optimismo que generan las obras de JA.
    Enhorabuena al escritor, y a JASE por su web y sus publicaciones.

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